Los motivos por los que quiere -o se necesita- cercar un terreno pueden ser variados: desde establecer claramente el linde de una finca, o delimitar un espacio en la misma, hasta tener recogidas en un espacio cabezas de ganado -o simplemente evitar que salgan del terreno-, pasando como acción disuasoria ante invasiones y accesos sin permisos a una finca.

Ordenación de fincas

En el primer caso, que implique la ordenación de un suelo no urbanizable, antes de comenzar con la instalación siempre será necesario conocer la legislación al respecto, donde se pueda establecer qué tipo de materiales se pueden emplear y qué requisitos mínimos debe tener la instalación. Así, por ejemplo, en el caso de Andalucía, la Junta exige que se haga con postes de madera y tela metálica, con retícula mínima de 30 x 15 centímetros, con una altura máxima de 2,10 metros, y una distancia mínima entre postes de entre 5 y 6 metros; “para garantizar la libre circulación de la fauna silvestre, la limitación del campo visual y la ruptura o desfiguración del paisaje”

Para este tipo de actuaciones, Forestgreen, marca del grupo Agrobroker para su división de productos de madera tratada para exteriores, cuenta en su catálogo con postes de madera con diseños preparados que permiten la integración con el paisaje, además de la garantía de su durabilidad, gracias al tratamiento en autoclave clase IV.

En espacios amplios es necesario hacer un replanteo del terreno, para la delimitación de la linde y la indicación de dónde irán colocados los postes. Para ello, se pueden usar pequeñas estacas clavadas en el suelo, a las que añadir algún elemento de color, para tener bien visibles las referencias. Para hacer los hoyos donde insertar los postes, en función de los recursos y el presupuesto que dispongamos, se puede, desde hacerlos manualmente -con un martillo, un cincel largo y una pequeña pala, o empleando una ahoyadora-, usar una pica muy puntiaguada o una máquina con una broca ahoyadora -que se puede alquilar. Y una vez clavados los postes, ayudados con un mazo -o con maquinaria en casos de postes de mayor tamaño- será el turno de colocar la malla metálica, usando grampillones para su fijación a los postes y piquetas para el suelo, manteniendo en la medida de lo posible la tensión de la valla.

Delimitación de terrenos privados

En los casos de cercados en el interior de espacios privados, Forestgreen también dispone de una importante variedad de vallados de madera que no sólo cumplirán con el objetivo de la delimitación del terreno, sino que aportan a la finca estilo rústico muy marcado gracias a su diseño. Así, se cuenta con vallados encastrados, torneados a dos o tres alturas, el modelo ‘Green park’ -con la sección del poste cuadrada-, vallados con un travesaño en diagonal o el modelo ‘Regent Park’ -con dos travesaños cruzados en diagonal y de sección cuadrada-; así como los modelos de talanqueras ‘Cartaojal’, ‘Cauche’ y ‘Bobadilla’. Igualmente el catálogo cuenta con puertas de campos de uno, dos y tres metros de longitud, también de madera tratada en autoclave clase IV. 

Para la instalación de estos vallados, una vez fijado dónde se hará, se pueden directamente hacer sobre el terreno. Especialmente en los casos de que sean suelo áridos y duros, y una vez hechos los hoyos y nivelado los agujeros, los postes se anclarían con una zapata de hormigón -con puntas de acero para fijarlos-, que posteriormente se recubriría con gravilla, o echando la mezcla directamente al hoyo hasta unos 5-6 centímetros por debajo del nivel del suelo y completar directamente con la tierra del terreno. En herbazales o espacios con césped, se puede optar por emplear estacas metálicas con el mismo tipo de sección que los pilares, para soportar el vallado que queremos instalar.