Aprovechando que se acerca el buen tiempo, puede ser un buen momento para darle un nuevo aspecto a nuestra caseta de madera para jardín, u otra estructura de madera que haya en el exterior de una casa-, con una capa de pintura, por eso te enseñamos paso a paso cómo pintar una casa de madera.

Preparativos para pintar nuestra casa de casa

Comenzamos por proteger el suelo que rodea a la casa de madera, para lo que se puede emplear desde papel de embalar hasta unas sábanas que ya no se utilicen -que se dejan precisamente para estos fines-, mientras que para el techo será más cómodo usar un plástico. En el mercado existen modelos que ya tienen incorporada cinta adhesiva que facilita la sujeción.

Elimina las imperfecciones de la madera

Además, antes de empezar a dar la capa de pintura a la casa de madera, será recomendable eliminar grietas, astillas, roturas u orificios. Para ello se empleará una masilla para madera, favorablemente que seque rápidamente y presente un buen comportamiento no sólo al recubrimiento que se haga con pintura o barnices, sino también ante el lijado.

Y es que, antes de pintar siempre es recomendable repasar toda la superficie con una lija de grano medio, quitando así todos los restos de masilla que hayan podido quedar y dejando la madera lisa.

Pintando la casa de madera

Si es la primera vez que se va a pintar la casa de madera, dado que se va a trabajar con un material poroso, hay que aplicar en primer lugar una imprimación. Este producto deja más lisa la superficie, lo que permite que la pintura se adhiera mejor. Empezando siempre por los ángulos, se va trabajando en dirección a la veta de la madera, cubriendo bien todo. Y ya en función del tipo de acabado que se desee, en el mercado existen diferentes opciones de esmaltes y pinturas.

En Forestgreen comercializamos, entre otros tratamientos para la madera, la marca Falu Rödfärdg, una pintura hecha a base de pigmentos naturales del hierro, sílice y zinc, procedentes de la mina de Falun (Suecia), que le otorga un aspecto muy particular. Al ser una pintura de poro abierto, deja respirar a la madera y no se descascarilla.

A la hora de aplicarse es recomendable hacerlo en dos capas: una primera para la imprimación, diluyendo el producto en un 10-20% de agua; y una segunda, sin diluir después de veinticuatro horas de espera. Eso sí, es importante hacerlo sin interrupciones en la aplicación dado que la coloración de los pigmentos puede llegar a variar ligeramente si se prolonga en el tiempo el trabajo. Además, por si te lo estás preguntando, se puede pintar encima del barniz, en este post te lo explicamos.

Una de las ventajas de la pintura de Falun es que tiene una duración de 10 años y es fácil de mantener. De hecho, solamente requiere un repintado cuando se nota la pérdida de color del pigmento. En este caso, es necesario un buen cepillado y aplicar posteriormente la nueva capa.

Igualmente, la gama Träsafad de la misma marca ofrece una pintura para casas de madera que dan ese acabado mate tan característico y popular en las zonas rurales de Escandinavia. Es una pintura en base de agua y aceite de linaza respetuosa con el medio ambiente, indicada para todo tipo de paredes exteriores de madera.

Con la ventaja de que se adhiere a casi cualquier tipo de superficie previamente pintada, su tiempo de secado, como toda pintura varía en función de la temperatura y la humedad relativa en el ambiente. Si por ejemplo hay algo más de 20 grados y una humedad del 50%, secaría en 12 horas, para una segunda mano después de 48 horas.